BRICS es un acrónimo usado en economía internacional representando cinco países (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que comparten algunas características semejantes, entre ellas: la condición de economías en desarrollo, una grande población, un vasto territorio, recursos naturales abundantes y, en los últimos 20 años, un fuerte crecimiento del PIB y participación en el comercio internacional.
El termino BRIC (Sin la letra S) surgió en 2001 cuando el economista británico Jim O’Neill en un documento elaborado para el banco de inversiones Goldman Sachs, se refirió a Brasil, Rusia, India y China en un estudio titulado “Building a Better Global Economic BRIC”. Según O’Neill, estas naciones probablemente irían a dominar la economía mundial del siglo que iniciaba y, por lo tanto, era necesario incorporarlas a la economía internacional dominada por el sistema occidental.
La primera reunión informal entre los cuatro países ocurrió en septiembre de 2006, cuando los ministros de relaciones exteriores de cada uno de estos países se encontraron en New York, Posteriormente, los ministros comenzaron a reunirse periódicamente. En septiembre de 2010, fue acordado invitar a Sudáfrica para participar de las reuniones de los BRIC, incluyendo la letra “S” al acrónimo. El primer encuentro, a nivel de jefes de estado y de gobierno de los países del grupo, fue realizado en Japón el 9 de julio de 2008. Sin embargo, los BRICS no forman un bloque económico como el Mercosur o la Unión Europea, pero componen una alianza con el objetivo de acumular fuerza en el escenario económico y político de las relaciones internacionales e incentivan la cooperación entre sus miembros.
Por cuestiones estratégicas de cada miembro, algunos de estos países como Sudáfrica y Brasil, todavía son aliados de Estados Unidos y están integrados al sistema americano; otros, como China y, obviamente Rusia, son considerados por los Estados Unidos como enemigos estratégicos. India, por otro lado, tiene una actitud más ambigua: está íntimamente ligada a los EUA en una función “antichina”, pero no en una función “antirrusa”, como varias abstenciones en las Naciones Unidas mostraron después de la invasión rusa a Ucrania.
Las Economías de los BRICS juntas forman un poderoso mercado global. Ellos representan más del 42% de la población mundial, el 25% de la extensión total de la tierra, 20% del PIB mundial y cerca del 16% del comercio internacional. Además de esto, son ricos en recursos naturales como minerales de hierro, oro, petróleo, gas natural y otros, sin olvidar la enorme producción de soya, maíz, trigo y proteína animal. China fue el país que más creció y sobrepasó económicamente el resto del bloque. Actualmente, el gigante asiático representa una amenaza a la hegemonía estadounidense e intenta mitigar la influencia del dólar americano.
El año de 2023 será crucial para el grupo BRICS. Las naciones deberán decidir si extenderán su presencia con nuevos miembros y cuáles serán los criterios que tendrán que ser cumplidos para que esto acontezca. Ya en el año pasado se hablaba en ampliar el grupo, por iniciativa China. El objetivo de Pequín continúa siendo crear un frente de mayor potencia para se oponer al orden internacional establecido.
Por ahora, Irán y Arabia Saudita son los países que pidieron formalmente entrar en el bloque. Otros como Argentina, Emiratos Árabes Unidos, Egipto e Indonesia manifestaron interés en hacer parte de la alianza. Sin embargo, no todos los miembros actuales concordaron con la entrada de nuevas naciones. Principalmente, hay preocupación de que el desplazamiento del eje de los BRICS para Asia diluya el peso de países como Brasil. Aumentar la adhesión de países al grupo puede tener un significado muy importante en un periodo histórico en el que el orden internacional, comercial y geopolítico está siendo redefinido.
Traductor: Jimmy Alejandro González Carvajal
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